Amarula en mano, sin pucho ya. Lo dejé. Ahora me atraco con otras cosas. Pensamientos, por ejemplo.

Y mejor largar... mejor dejarlos salir... mejor evitar exceso de pensamientos. De pensar boludeces, por sobre todo. De pensar, bah.

Mi Diario Intimamente Publico.

Sos testigo de mi raye. Si lo creés necesario, sugerime un psiquiatra, que no me ofendo. Vamos viendo.


viernes

Eliana I

Luego de un extenso periodo en estado de soltería, Eliana sintió que ya estaba lista para abordar con el estudio de campo.

Comenzó, por supuesto, convenciéndose a sí misma de su decisión, porque dicen, según había leído, que si internamente no estás convencida de algo, tus energías no fluyen y no lográs transmitirlo a quienes te rodean. Tal era el caso de su amiga Isabela, quién tenía una imperiosa necesidad de sentirse amada, pero internamente estaba disgustada con ella misma por razones que les contaré en otra oportunidad, e, indefectiblemente, emanaba inseguridad, desvalorización, necesidad, desesperación.

Eliana observaba su situación, y le recomendaba que modificara esa actitud, o así seguiría por la vida, ahuyentando a todo hombre que se le acercara.

Con la seguridad de quién ha sufrido, amado, desgarrado y sanado, se auto convenció de que el momento había llegado, que ya era hora de darle una oportunidad al pimpollo aún inexistente en su vida, al amor, a los mimos, a los dos pares de pies helados encontrándose en el otro extremo de la cama, a caminar otra vez con alguien de la mano, a ella misma.

Se lo creyó y se lo re contra creyó y salió. Se quitó de encima los trapos viejos, las manchas, los jirones, la sangre seca de herida curada y esbozando su mejor sonrisa, respiró profundo el aroma de nuevo amor, y se decidió a ser feromona andante y alegría constante.

Era el inicio de una nueva etapa, una nueva oportunidad. Otra vez a creer, a confiar, a abrirse a ese estado único de bobada incontrolable.

Eso sí, algo había aprendido. Sus parámetros se habían renovado, sus pretensiones habían madurado.

Y sabía muy bien que el casting sería trabajoso y complejo.

Ya no podía arriesgarse a caer otra vez en garras más filosas que las suyas.

8 comentarios:

Floripondia dijo...

Mujer estamos en sintonias, contando historias por partes.

Quiero saber mas de Eliana.

Besos

Martín dijo...

Me gustaría saber por dónde camina Eliana...a ver si me la cruzo...

Carito dijo...

Ya Flora, de a poquito. Eliana tiene mucho para contar, pero no puede largar todo el rollo de una.. despacito, con paciencia de artesano.

Dibujos! Estás seguro de que te gustaría cruzártela? Mirá que viene afilada la niña eh? Serías objeto de estudio para ella?...

Carito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
porquepodemos dijo...

saludos a Eliana... ;)

Carito dijo...

serán dados..

carmeloti dijo...

Aqui estoy a ver si soy más Eliana y menos Isabella...

Estoy convencida que es la actitud y ultimamente es un trabajo de campo que llevo exhaustivamente, no está el mal en hombre y mujer, nos parecemos más de lo que pensamos, es la inseguridad, el miedo y las continuas fustraciones lo que hacen que no veamos con claridad que queremos y tenemos

Carito dijo...

Tanto cierto Carmeloti...

Bienvenida...

Acá historias de las más variadas, y personajes de los más dispares... quizá te identifiques con alguno, o con varios... Bien podrías enviarnos tu historia, y quizá, podemos compartirla y serás parte de esta serie de Esperanzadas y de Desafortunadas...