Este blog que encierra tantas historias, tantas fantasías, tantas buenas nuevas y otras no tan buenas, hoy amaneció esperanzado.
De desamores hemos tenido mucho... hasta me animaría a decir que demasiados. ¿Cómo es posible, me pregunto, que hayan tantas historias con final infeliz? ¿cómo puede ser que tantos corazones rotos hayan ocupado líneas de éste espacio? Si el amor no debe predominar por sus lágrimas, sino por sus caricias...
De nuevas esperanzas, muy pocas.
Hay sin embargo, una historia particularmente entreverada. Mi deliciosa Carmina... Ella, que tan llena de vida y de éstas nuevas esperanzas de la que cuento está repleta. Colmada de amor por la vida andaba, buscando la felicidad, buscando su otra mitad, buscando amor en los ojos de un fulano. Quienes siguen este blog desde el inicio, saben muy bien de quién les hablo. Vos también lo sabés mi querida amiga.
Si tantas veces he tenido que abrazarte para que llores alrededor de mi cariño, si tantas veces he estado allí, para sostener tu corazón herido, si tantas veces te he oido balbucer acerca de lo odioso que puede ser el amor, hoy estoy aquí, pero sólo para compartir sonrisas. Para verla crecer.
Por que es ella nuestra Nueva Esperanza. La muestra viva de que el amor triunfa frente a todas las adversidades, para gritarnos con su llanto de hambre o sueño, que no está bien bajar los brazos. Para hacernos sentir el aroma de la vida, en su perfume de piel de bebé, tan suave como las caricias que le da a nustra alma.
Verla dormir, verla balbucer, verla crecer, verla jugar, verla así, tan indefensa, pequeñita, pero a la vez enorme, es lo que nos da la pauta de que no hay nada más fuerte que el amor...
Llegó al mundo luego de muchas lágirmas, que de a poquito y sin saberlo, iban regando el árbol del amor.
Llegó a los gritos, diciendo "Aquí estoy", soy el triunfo del amor verdadero, soy quién les traerá más felicidad de la que ya tienen, soy el fruto de la magia, de la vida...
Lleguó a este mundo para ser feliz, y para darnos felicidad a cada uno de los que la rodeamos...
¿Hay acaso, mayor esperanza que la Vida Nueva? Hay acaso mayor triunfo y muestra de que el verdadero amor existe, que nuestra pequeña Angá?
Si su llegada no es muestra suficiente de que siempre hay que tener esperanzas de que la felicidad llegará, es que no sabemos apreciar nada en esta vida....
Feliz día del niño mi pequeña debilidad, y gracias a ustedes, mis queridos amigos, por dejarme ser parte de su vida...
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