Amarula en mano, sin pucho ya. Lo dejé. Ahora me atraco con otras cosas. Pensamientos, por ejemplo.

Y mejor largar... mejor dejarlos salir... mejor evitar exceso de pensamientos. De pensar boludeces, por sobre todo. De pensar, bah.

Mi Diario Intimamente Publico.

Sos testigo de mi raye. Si lo creés necesario, sugerime un psiquiatra, que no me ofendo. Vamos viendo.


lunes

Carta a mi incondicial. By Carito Dolz.


Hacía tiempo que ya no nos encontrábamos. No en éste ámbito, no de esta forma. No para esto.
Lo que es verte, te veo cada día, todo el tiempo. Te paso de largo, no reparo en lo que realmente significas en mi vida, lo que sos en verdad para mí. Te miro, me estampo fugazmente sobre vos y sigo con algo más. Algo más trivial, menos significante.

Podría decir también que mi actitud en el último tiempo ha sido evasiva. Quizá por temor, quizá por que simplemente no tenía nada para decir. Aunque… sinceramente, esto último es algo así como un auto engaño. Siempre hay algo para decir. Yo al menos, rara vez me quedo sin palabras. Creo se trata, más que nada, de que me estaba escapando. No sabría decir bien de que. Puede que tenga que ver con la reflexión: cuándo uno se pone a pensar más de lo necesario, comienzan a correr en nuestra mente esas películas poco felices. Muchos entreveres de los cuáles resulta más cómodo escaparse. De ahí mi silencio.

No quisiera que sientas que me olvidé de vos, tanto que has estado conmigo en reiteradas oportunidades, que estuviste ahí para mí, siendo mi soporte, mi bálsamo, mi fuente de catarsis más fiel, más incondicional. Incondicional, esa es la palabra. Siempre estuviste ahí para mí, soportando cada una de las cosas que tenía por decir, recibiendo cada frase sin importar los significados, sin importar las sonrisas, las lágrimas. Para cualquiera de mis estados de ánimo, para los momentos más importantes o incluso para los más tontos estuviste ahí. Y yo que puedo ser tan desagradecida, te alejé de mi vida todo este tiempo hasta hoy.

Pero despreocupate, porque la pasión que existe entre nosotros es eterna. Jamás, y esto lo digo con total convencimiento, jamás te alejaría  definitivamente de mi vida. No puedo. Por más que lo intente una y mil veces, es imposible. Sos parte de mí y lo seguirás siendo siempre porque parte de mi esencia reside en tu existencia.

Hoy nos encontramos otra vez, y no es que tenga para contarte algo fantástico o demasiado revolucionario. Simplemente es para que sepas que no me olvido de vos, y que me guardo los momentos más mágicos para el reencuentro, como éste. 

Mi querido papel en blanco: no te olvidé, no me fui, no te hice a un lado… siempre voy a tener palabras para plasmar sobre vos. Me había tomado un recreo, pero acá estoy, vuelvo a escribirte, vuelvo a darte vida para que sepas que yo continúo con la mía, y seguimos siendo uno. 


Carito Dolz

1 comentario:

Pablo Vargas dijo...

Wow! Realmente me siento identificado. Estuve lejos por casi seis meses por un bendito hackeo que le hicieron a mi cuenta, y reencontrarme con este pequeño espacio de terapia virtual al que algunos hemos llamado blog, fue simplemente maravilloso. Me alegra saber que estas de vuelta Carito. Un enorme abrazo, tu amigo, el tico ;D